Datos de interés
Programa de la paisana
Una fabulosa fortificación medieval corona el cerro sobre el que se asienta Artajona, un pequeño pueblo situado a 30 kilómetros de Pamplona que invita a cerrar los ojos y encontrarse con un pasado habitado por reyes, nobles, obispos y papas.
Su impresionante fortaleza del siglo XI, conocida con el nombre de «El Cerco», se asoma con autoridad al caserío que desciende por la ladera hasta el llano por un laberinto de calles estrechas y empedradas, jalonadas por monumentales casas y palacios.
En su recorrido, descubrirá un pueblo de 1.700 habitantes que, además de «El Cerco», conserva otros edificios de interés como palacios dieciochescos, la iglesia gótica de San Pedro y, en las afueras, la basílica de Nuestra Señora de Jerusalén y la ermita de San Bartolomé. Descubra también por qué son importantes sus campanas y las carreras de layas.
El impresionante conjunto amurallado de «El Cerco», de acceso libre, explica por sí solo las luchas a las que se enfrentó esta localidad formada por estrechas calles en las que abundan las fachadas blasonadas, casonas y palacios.
Al recorrer sus callejas llenas de encanto medieval, tradición e historia, sentirá que el presente se hace pasado y viceversa. Pasee por las calles Eugenio Mendióroz, con pavimento de piedra y gran pendiente; Mayor, adornada con monumentales casas y palacios de elegantes fachadas ennoblecidas con escudos; o San Pedro, estrecha calle de trazado irregular.
En la parte baja del pueblo se encuentra la iglesia de San Pedro, edificio gótico del siglo XIII con bella portada y una esbelta torre medieval. Para ver su interior, en el que se conservan importantes retablos, tallas barrocas y diversas piezas de orfebrería, deberá pedir la llave en la casa del párroco, situada en la Plaza de los Fueros, a 20 metros de la parroquia.
A la salida de Artajona, en la carretera que lleva a Pamplona, está la basílica barroca de Nuestra Señora de Jerusalén, construida entre 1709 y 1714. Los frailes que viven en un edificio adjunto le dejarán la llave para acceder a su interior, donde podrá admirar una talla románica de la virgen, labrada en cobre esmaltado y muy venerada en la localidad.
También en las afueras, pero en dirección a Tafalla, está la ermita de San Bartolomé (XIX) que guarda una monumental talla del santo.
Otro de los atractivos de la localidad son las campanas. De las cuatro que se conservan, dos son romanas, la más antigua es de 1735 y la más grande pesa 1.801 kilos. Además, Artajona presume de ser el único lugar en el mundo donde las campanas se bandean al revés.
El pueblo, que celebra sus fiestas patronales del 8 al 15 de septiembre, festeja también el 29 de noviembre a San Santurnino con una curiosa carrera de layas (aperos de labranza). Además, todos los años a finales de agosto, se celebran los «Encuentros con la historia de Artajona», que incluyen feria artesanal, tañido de campanas, mercado, exhibición de cetrería y visitas guiadas a «El Cerco».
Si le gustan los productos fabricados artesanalmente, aquí podrá adquirir esculturas de piedra, material para el juego de pelota, turrón y pastas «El Cerco», y embutidos tradicionales de los hermanos Ochoa Echeverría.
También podrá visitar, en los alrededores, los dólmenes del Portillo de Enériz y de la Mina, a los que se accede por un camino situado en la trasera del cementerio.
MEMORIA ORAL Y PATRIMONIO INMATERIAL DE ARTAJONA
(Para acceder al contenido del vídeo hacer click)
Pequeña muestra de los testimonios e informantes que han participado en la Recopilación del Patrimonio Inmaterial de ARTAJONA.
Labrit Patrimonio se encargó de la ejecución de las entrevistas, su análisis e indexación durante 2023