Sociedad de Corralizas
¿Cómo nació la Sociedad de Corralizas?
Lo que hoy conocemos como Sociedad de Corralizas y Electra de Artajona ha tenido sin duda una historia curiosa. Partiendo de propiedades exclusivamente particulares, se ha creado un ente social sin ánimo de lucro, dispuesto a colaborar con cualquier proyecto de la localidad. Asimismo desde sus inicios, la Sociedad ha pretendido que el pueblo de Artajona goce de una buena salud económica, industrial, deportiva o cultural para lo cual ha promovido innumerables proyectos.
Entre los innumerables proyectos y subvenciones llevados a cabo por la Sociedad desde sus comienzos en 1865 hasta principos de siglo, destacan la construcción en 1887 de las pimeras escuelas y la plaza del mercado, el alumbrado público en 1902, subvención del rancho de la postguerra o cesiones de terrenos que hoy ocupan la fábrica de calzados, las piscinas municipales o el matadero. Además del abastecimiento y saneamiento de las aguas del río Arga primero y de Riezu después.
ASI COMENZÓ
La Sociedad de corralizas se forma como consecuencia de la puesta en subasta por parte del Estado, en cumplimiento de las leyes de desamortización de las corralizas de esta localidad, denominadas Cortechiquita, Campadera nueva y Saragoría.
Varios vecinos consideraron que el paso a manos extrañas de estos terrenos supondría perjuicios para la vecindad mientras que su adquisición habría de reportar notables ventajas, por lo que decidieron comprarlas para beneficio del procomún. Así pues, confirieron este encargo a Don Mauricio Aparicio, quien asistió a la subasta celebrada en Madrid el 19 de junio de 1865 consiguiendo su adjudicación.
En octubre de ese mismo año Aparicio cedió las tres Corralizas con las formalidades legales a D. Juan José Iriarte Echagüe, D. Antonio Zalduendo Santesteban, D. Martín Catalán Cartagena, D. Fermín Arroiz Ororbia y D. Matías Oficialdegui Ganuza, todos vecinos de esta villa. Así quedaron éstos como dueños por parte iguales indivisas de las tres corralizas.
Simultáneamente el Estado puso en venta la corraliza de Chapalangortea o Guence y en la subasta del 19 de junio de 1865 a la que asistióManuel Gurucharri Ezcurra, este terreno pasó a formar parte de los bienes de la Sociedad.
Y como los adquirientes no buscaban en estas compras su particular provecho, sino el beneficio del pueblo, cedieron paticipaciones como mayores contribuyentes a los vecinos de Artajona, D. Ramón Marín Solano, Miguel Janices Zubicoa, D. Javier zalbalza Goya, D. Matías Gil Ibarrola, D. Remigio Jimeno Esain, D. Lino Lascarro Iriarte, D. Luis Domezáin Lasterra, D. Jesús Mendívil Munárriz, D. Juan Pérez de Ciriza Iriarte, D. Cesáreo Arriarán Martínez de Morentín, D. Martín Arellano Munárriz, D.Ruperto Berástegui Ganuza, D. Wenceslao Cilveti Iriarte, D. Bernardo Echeverría Osés, D. Sotero Yabar Vergara D.Agustín Jurío Oficialdegui, D. Gregorio Macaya Belunza, D. José Sola Mendioroz, D. Santiago Urdíroz Ganuza, D. José Huarte Ortiz, D. Cleto zabalegui Esparza, D. Calixto Jimeno Esáin, D. Francisco Iriarte Buzunáriz, D.Juan Cruz Buzunáriz Suescun y D. Fermín Gurucharri Zubiri.
En esta escritura se estipuló como primera condición la creación de una Junta Directiva, compuesta por siete miembros y renovable cada medio año. También habría de nombrarse un depositario y un secretario. A la Junta se le concedió las facultades de administrar y explotar las cuatro corralizas e invertir sus productos como mejor les pareciese.
Por otro lado se declaraba la escritura extensiva a todos los vecinos de Artajona que lo soliciten. Vino a quedar constituída una asociación de propietarios o Mancomunidad que se denominó Sociedad de Corralizas. En esa misma escritura se faculta a la Junta General para acordar la cesión, venta, permuta o gravamen de las siete fincas, y a la Junta Directiva para ejecutar el acuerdo. Los acuerdos de ambas juntas se tomarán válidamente por mayoría de votos.
El 12 de junio de 1887 la Sociedad de Corralizas compra a D. Isidro Catalán Jaurrieta y a su esposa Dña. Ildefonsa Camón Fernández dos parajes y otra a D. Agapito Izura Berango y Dña. Salomé Zabalegui, situadas todas ellas en Saragoría .
El 2 de diciembre de 1887 se compró la corraliza de Altaparrea y el 24 de mayo de 1893 adquiere una pieza en Cortechiquita propieda hasta entonces de Dña. Andresa Armendáriz. El 30 de mayo de 1894 se adquiere también por subasta Artadia, Sarrea y la Majada. Tres años más tarde, el 23 de julio de 1897 se suman Gilingortea, Aitacayo, Sansoain, Corteverría, Sazulucea y Olagorrí y un molino harinero.
El 31 de diciembre de 1902 la Sociedad compró en La Recueja una casa y una pieza. En los terrenos comprados a D. Lino Lascarro edificó el molino harinero que convirtió en fábrica de harinas en 1910, cuyas industrias constituyeron el principal fuente de ingresos de la Sociedad.
Debido a la fuerte responsabilidad personal y alarmados por el peligro que para sus intereses suponía esta situación, decidieron constituir en forma legal una Sociedad Civil, como continuadora de la anterior.
El 9 de abril de 1913 pasó a constituirse la Sociedad de Corralizas y Electra de Artajona. El día 12 de ese mismo mes salió a subasta y por la cantidad de 364.312,24, siendo cada puja de 1000 pesetas, pasó a presidirla D. Victorino García Enciso.
Así se dio paso a la nueva Sociedad de Corralizas de cuya trayectoria lograrán acordarse la mayoría de los habitantes de Artajona, sobre todo los más mayores.